miércoles, 21 de mayo de 2014

De todo el mundo me despido por carta, salvo de vos.

De todo el mundo me despido por carta, salvo de vos. La casa está sola. A
las ocho Claudio cerró con llave la puerta de la calle. ¡Cornelia!. Mi nombre me
hace reír. Qué quieres, en los momentos más trágicos me río o enciendo un
cigarrillo y me echo al suelo y te miro como si nada malo tuviera que suceder.
Ciertas posturas nos hacen creer en la felicidad. A veces estar acostada me hizo
creer en el amor.


Cornelia frente al espejo. Silvina Ocampo


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