Cuenta la química que exponer al fuego cualquier material
que contenga carbono, haciendo que alcance cierta elevada temperatura (que no
consigo recordar y supongo que depende del material) sea este de cualquier
tipo, queda reducido a cenizas. Basta con haber amado más que con haber tenido
alguna clase de química para conocer y recordar esta regla. Mas el amante y no
tanto el químico olvida la segunda parte que si bien no es más importante, es memorable.
Si estas famosas cenizas restantes son expuestas nuevamente al fuego, lejos de
revivirlo en su forma elegante soberbia y ágil, sólo se pierden dispersándose
vagamente en infinidad de partículas, confundidas, sin dirección y sin ninguna
intención de quedarse.
lunes, 19 de agosto de 2013
lunes, 1 de julio de 2013
Re: Stacks
¿Qué si había habido un alma sentada todas las tardes en el único escalón que llevaba al amplio hall por tres años? Un alma que gritaba para ser escuchada, y muy probablemente ni ella se escuchaba...
viernes, 24 de mayo de 2013
herencia agricultora
No hay muerte en la luna. La muerte no es muerte sino por su
antítesis con la vida. La muerte trae vida.
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